El río Calera nace a los pies del Monte Zalama. Sirve como límite territorial entre los valles de Karrantza y Soba. Al llegar a Lanestosa, sus aguas desaparecen y se convierte en un río subterráneo. Desde aquí sirve de límite entre los municipios de Ramales de la Victoria y Soba. Hasta su desembocadura en el río Gándara.
El barranco que aquí os presentamos se sitúa en su último kilómetro, y va desde el puente de acceso al parking de Covalanas hasta su unión con el río Gándara.
Se trata de un barranco seco que presenta dos zonas bien diferenciadas, el primer tercio del barranco encajona y tiene 5 tramos verticales que se salvan con cuerda (y algún destrepe corto que puede necesitar algún pingo de cuerda para deportistas no experimentados). De estos cinco rápeles el segundo es el más espectacular con 15 m.
El resto son pequeños y fáciles. Si lo deseas los dos primeros rápeles los puedes cortocircuitar por una cueva que va desde debajo del puente de Covalanas hasta la gran marmita al pié del gran rápel, aunque suele estar bastante sucia.
La segunda zona consiste en una permanente progresión entre grandes bloques lavados que nos obligan a un permanente ejercicio de destrepe. Cada año el río mueve algún bloque y nos obliga a ir buscando permanentemente el mejor camino. Estas piedras patinan mucho si están mojadas por lo que habrá que prestar especial atención en caso de que el río lleve agua o llueva.
Se trata de un barranco de nivel de dificultad I. Todos los anclajes consisten en tensores químicos dobles, con un químico extra para colocar un pequeño pasamos de acceso. Es un barranco fácil y destinado a todos los públicos.